El 20 de julio de 2024, el Movimiento Identitario de Austria (IBÖ) con tendencias fascistas planea organizar una manifestación en Viena. Después de su „manifestación remigración“ de 2023, en la que un pequeño grupo de fascistas de toda Europa fueron expulsados del centro de la ciudad por valientes antifascistas, los fascistas quieren intentarlo de nuevo. No les dejaremos las calles de nuestra ciudad.

Desde 2012, el IBÖ intenta aparecer como un movimiento juvenil resistente y ampliar los límites de lo que se puede decir a la derecha mediante su apariencia mediática y sus eslóganes radicales. Sin embargo, no lucha contra el sistema dominante, sino a favor y con él. Las ideologías racistas no surgen de la nada, sino que están estrechamente entrelazadas con el sistema económico capitalista. Mientras que el capitalismo crea desigualdades económicas y sociales entre las personas, el racismo sirve para ocultarlas y justificarlas. El capital se beneficia de la división de la sociedad. A pesar de todas sus proclamas de tolerancia y diversidad, los partidos gobernantes no pueden ocultar el hecho de que sus políticas sirven para preservar la riqueza de unos pocos y no hacen sino alimentar aún más el racismo. Al fin y al cabo, también son responsables de la violencia policial racista, las deportaciones y la fortificación de las fronteras exteriores de la UE.

Es necesaria una práctica antifascista consecuente para hacer retroceder y aplastar a grupos reaccionarios como el IBÖ. Al mismo tiempo, el antifascismo sólo puede tener éxito si incluye la lucha contra el capitalismo.

Por ello, el 20 de julio saldremos juntos a la calle para mostrar una vez más a la turba fascista la verdadera cara de nuestra ciudad y llevar a la calle nuestra reivindicación de un mundo más justo. ¡Venid todos y todas! ¡Trae a tus vecinos, compañeros y amigos contigo! ¡No pasarán!